SEMANA 2

Sobre el registro, la netiqueta y otras responsabilidades a la hora de publicar en redes
 
Consciencia. Así es, esa palabra puede resumir de manera concreta lo aprendido esta semana. Consciencia sobre el registro escrito, consciencia sobre cómo nos comportamos en la web y sobre todo consciencia de las publicaciones que hacemos en redes sociales. Antes de iniciar con mi relato de cómo viví la clase de información y documentación esta semana, le recomiendo a cualquiera que me esté leyendo, poner mucha atención, porque vamos a hablar de varios nuevos conceptos y experiencias, cuyo contenido probablemente les servirá para cambiar su perspectiva sobre ciertas situaciones actuales. El día lunes 1 de febrero de 2021, inicié la segunda semana del semestre. Y como indica mi horario, a las 4:00 pm ingresé al primer encuentro con el profesor Juan Sebastián. 
 
En mi anterior escrito no lo comenté, pero como trabajo semanal, Juan Sebastián nos pide que realicemos una bitácora o relatoría donde narremos todo lo acontecido durante la clase. Por esta razón, apenas iniciamos nuestra sesión, la actividad a realizar fue escoger tres de esas bitácoras para leerlas y comentarlas en clase. La primera en ser seleccionada fue la de Alejandro, me ofrecí a leerla y definitivamente fue una buena decisión. Su relatoría era bastante completa y la constante relación con algunas de las ideas del cronista Ryszard Kapuściński, fueron de gran interés. 
 
El siguiente trabajo fue el de Manuela, en el cual expresaba de manera muy emotiva sus temores con respecto al inicio de su vida universitaria, todos nos pudimos identificar de alguna manera u otra con ese sentimiento de miedo e inseguridad. La última bitácora fue la de Sara, ella abordó lo ocurrido hasta ahora en la materia desde una visión mucho más técnica y al realizar su ejercicio de manera tan detallada, pudimos recordar cada uno de los aspectos experimentados en las anteriores sesiones. Estas tres personas fueron muy valientes, porque como dijo nuestro profesor Juan Sebastián: "cuando nos leen es como si estuviéramos desnudos". Ellos nos permitieron entrar a su mundo y ver a través de sus ojos una nueva perspectiva de la clase. Después de esto, empezamos a comentar acerca del propósito de trabajos como este. 
 
Cuando escribimos sobre los acontecimientos de nuestro día a día, estamos fomentando una cultura del registro. Este tipo de cultura permite la gestión adecuada de la información y del conocimiento, gracias a esto las organizaciones crecen y los proyectos avanzan. Registrar y escribir algo no solo es sinónimo de organización, sino también de aprendizaje constante, como dicen por ahí “recordar es vivir” y la mejor manera de hacerlo es lograr una fusión casi mágica entre el lápiz y nuestra mente. Pero el escribir no es la única actividad que debemos practicar constantemente, porque como Francis Bacon indica: “La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo hace preciso”. Todas estas habilidades le permiten al individuo desarrollar su expresividad, la cual eventualmente le da la posibilidad de conectarse con otros.
 
Y precisamente para poder establecer relaciones fructíferas con los demás debemos determinar ciertas pautas a seguir para mantener en todo momento la cordialidad en la web. Por este motivo, pasamos a hablar de la netiqueta, es decir, las normas de comportamiento en la red. El profesor Juan Sebastián nos dividió en parejas y ese día tuve mucha suerte, porque me tocó con Cami, mi amiga que conocí en la inducción. Nos organizamos rápidamente y creamos la presentación en PowerPoint donde colocaríamos tres normas de netiqueta. La primera fue la de respetar los tiempos de los demás: como deberíamos saber, las personas también tienen horarios dedicados al descanso y no podemos estar enviando mensajes en horas de la madrugada, perturbando su tranquilidad y sueño.
 
La siguiente netiqueta encontrada fue la de respetar la privacidad de otros. Cuando llegamos a este punto, un compañero compartió su experiencia: una vez en la universidad dejó su WhatsApp abierto y desde su cuenta se enviaron algunos mensajes comprometedores a sus contactos. Si bromeamos con los datos y cuentas personales de otros individuos y nos metemos con su privacidad, podemos traer graves consecuencias para el bienestar y reputación de ese ser humano. La última regla correspondía a saber regular nuestro comportamiento dependiendo del lugar de la web en el que nos encontremos. 
 
De la misma manera, nuestros compañeros encontraron otras normas, entre ellas la importancia de dirigirse respetuosamente a los destinatarios de nuestros correos o la de ser pacientes con los errores de otros. No conocía la existencia de tantas pautas a seguir en la red, pero a partir del anonimato manejado en esta, cumplirlas es lo mínimo que podemos hacer para mantener un ambiente ameno en el mundo cibernético. Estas breves exposiciones se realizaron en ambas sesiones, luego de terminar con esta actividad, pasamos a hablar sobre el impacto de nuestras publicaciones en redes sociales.
 
El profesor abordó varias anécdotas referentes al tema, por ejemplo, nos contó cómo en una ocasión cuando estaba manejando su negocio de empanadas, recibió la visita de un señor que trabajaba para Coca-Cola. Juan Sebastián quiso ofrecerle una gaseosa diferente a esa marca y el invitado enseguida saltó a rechazar la bebida, ya que no podía ser visto con nada diferente a Coca-Cola. Tan solo un desliz, una foto comprometedora o unos comentarios fuera de lugar hechos hace años, pueden causar un cambio extremo en tu estilo de vida. Por esta razón, el documental “Víctimas de Facebook” resulta ser bastante acercado a la realidad, principalmente a las situaciones expuestas por el profesor Cobos.
 
En esta pieza audiovisual podemos encontrar diversas historias de cómo Facebook les ha "arruinado" la vida a distintos personajes. Tenemos el ejemplo de dos políticos, uno canadiense y una irlandesa, cuya campaña política se vio directamente influenciada por unas fotos comprometedoras. En el primer caso, esa fotografía terminó afectando negativamente al político canadiense y tuvo que dimitir de su candidatura en ese momento. Pero, por otro lado, si bien recibió el escarmiento público de una parte de la población, la política irlandesa supo sobrellevar la situación. Al no dejarse avergonzar por esa imagen, logró conseguir la aceptación de los jóvenes y gracias a ellos ganó en las elecciones.
 
Ahora, la verdadera pregunta es ¿hasta qué punto dejamos a la información cargada de un mensaje ideológico específico, manipularnos a la hora de emitir un juicio? Las elecciones en mi país, Ecuador, fueron este domingo 7 de febrero. Por el contexto de la pandemia, las campañas mayoritariamente fueron divulgadas por internet. Sin embargo, los recursos causantes del mayor revuelo y difusión en las redes sociales, no eran las propuestas de gobierno de cada candidato, sino fotos, conversaciones, videos, que involucraran a cualquiera de ellos en un escándalo. Todos estos elementos multimedia podrían estar perfectamente manipulados de cierta manera para dañar la reputación de alguien en específico, pero a mucha gente poco le importaba si la información divulgada era verídica o falsa, lo único importante era si esos datos beneficiaban o no a su candidato.
 
Las redes sociales nos han convertido en juzgadores omnipotentes con muy poca capacidad crítica para discernir si la información a la que estamos expuestos es realmente relevante y positiva para la sociedad. No podremos salir de este entorno, si no aprendamos a manejar adecuadamente la red para ser selectivos con nuestros recursos informativos. Si queremos llegar a ese punto, debemos empezar por fomentar las conductas más básicas: debemos establecer unas pautas de convivencia en el universo digital, debemos ser capaces de ayudar a nuestra frágil memoria a recordar lo aprendido y, por último, debemos sembrar una conciencia colectiva e individual acerca de lo que publicamos y consumimos en la red. Si logramos cumplir con estos sencillos objetivos, estaremos cada vez más cerca de nuestra meta: ser ciudadanos competentes tanto informática como informacionalmente.

Referencias bibliográficas:

Gutierrez, C. (2021). La Netiqueta y sus 10 reglas. Universidad Continental. https://blog.continental.edu.pe/uc-virtual/la-netiqueta-y-sus-10-reglas-basicas/

Odisea. (2013). Documental Víctimas de Facebook. https://www.youtube.com/watch?v=7oTQ1pInlxE&t=2s


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