SEMANA 14
Multiplicidad de voces
La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia.
Sócrates
Como les mencioné en anteriores bitácoras, el tiempo no perdona y en este momento, tan solo quedan dos semanas para que el semestre finalice. Estoy segura de que todos podemos decir que el profesor Cobos, a pesar de la rapidez con la que se mueven las manecillas del reloj, ha logrado hacer de cada encuentro una experiencia de aprendizaje sin límites, donde todas las sesiones hay algo nuevo esperándonos. Los temas vistos en Información y Documentación poseen una característica muy especial: siempre encontramos en ellos un punto de convergencia entre lo académico y lo cotidiano. El tópico de esta semana claramente no fue la excepción y me atrevería a decir que es inclusive el que más se acerca a la anterior premisa. Hemos de recordar que, para ser buenos profesionales, además de instruirnos constantemente en el ámbito académico, hemos de cultivar en nuestro interior una serie de valores que servirán de guía a la hora de tomar decisiones conscientes en el campo laboral.
Si un comunicador no es capaz de ser honesto y crítico en cada uno de sus trabajos, en realidad no es un comunicador, solamente es una marioneta de un sistema que lastimosamente, al no tener unas bases morales sólidas, siempre está en busca de lo fácil y lo cómodo. La construcción de la integridad personal empieza desde que somos pequeños y se refuerza a medida que vamos avanzando en nuestras vidas. El colegio se vuelve una etapa determinante para la formación de nuestro carácter, ya que ahí nos enfrentaremos a distintas situaciones donde nuestros valores serán puestos a prueba, siendo el ejemplo más claro, cuando se nos presenta la oportunidad de copiar el trabajo de alguien más. Por este motivo, hoy hablaremos acerca del plagio.
Muchas veces el miedo o la falta de empeño que ponemos en nuestras entregas pueden hacer que tomemos decisiones controvertidas. Al fin y al cabo, nuestra humanidad misma se basa en aquellas equivocaciones que cometemos. Sin embargo, hay que recordar que la facultad del error que poseemos está inherentemente ligada a la responsabilidad de asumir las consecuencias de nuestros actos. El problema radica en asumir que los efectos de nuestros errores, solo nos afectan de manera directa a nosotros. Por lo que, al abstenernos de realizar actos moralmente cuestionables, lo hacemos exclusivamente por las repercusiones que estos puedan tener sobre nuestros intereses personales. No obstante, muchas veces omitimos el hecho de que estos efectos colaterales también recaen sobre el resto de los individuos de nuestro entorno.
Hablando particularmente del plagio, en el caso de que lo realicemos, no sólo estamos afectando nuestra reputación y fiabilidad si es que nos llegasen a descubrir, sino que también habremos violentado al autor real del texto. Cuando copiamos algo sin citar, lo que hacemos es invalidar todo el esfuerzo y tiempo que seguramente esa persona le dedicó a la producción de nuevo contenido, mientras que nosotros recibimos el crédito por algo que no es nuestro. El plagio no implica solamente el castigo al que estamos expuestos, también simboliza una ruptura en el vínculo de respeto mutuo que tenemos con los demás miembros de la sociedad. El asunto con el plagio es que, a nivel general, no conocemos bien los elementos y situaciones que lo componen. Por esta razón, como ya es costumbre hacerlo en estas bitácoras, ahondaremos un poco en el término y sus respectivas clasificaciones, para de esta manera poder hacer un autodiagnóstico y ver en cuántas de estas prácticas hemos incurrido.
Para comenzar es necesario definir la palabra. La Real Academia Española (2021) indica que el verbo plagiar hace referencia a: “copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias”. Se puede distinguir, en primera instancia, dos formas de plagio: el consciente, que es cuando deliberadamente copiamos un fragmento o la totalidad de un texto, y el inconsciente, cuando, ya sea por desconocimiento o por errores de citación, terminamos copiando algo sin dar los créditos de manera adecuada.
Existen otras categorías, siendo la más notable la de Turnitin, donde se exponen los 10 tipos más comunes de plagio. Con base en esto y en la explicación dada por el profesor Juan Sebastián Cobos, podrán encontrar cada una de estas modalidades en la siguiente tabla:
Tabla #1
Tipos de plagio | |
Nombre | Descripción |
Clonación | Copiar de manera exactamente igual el trabajo de otro individuo. |
Copiado y pegado | Copiar y pegar en nuestro documento uno o varios fragmentos del escrito de alguien más. |
Búsqueda y reemplazo | Tratar de cambiar una que otra palabra para así apropiarse del contenido de la fuente primaria. |
Remix | Juntar varios fragmentos levemente modificados o parafraseados provenientes de distintas fuentes.
|
Reciclado | Recurrir a nuestros anteriores trabajos y extraer de ahí información sin citarnos, haciendo parecer que la información es totalmente inédita. Cuando hacemos reciclado estamos incurriendo en auto plagio. |
Híbrido | Esto ocurre cuando en algunas partes citamos adecuadamente y en otras simplemente copiamos fragmentos sin citar. |
Mosaico | Copiar información de distintas fuentes y juntarlas entre sí. |
Error 404 | Es cuando no se citan fuentes o recursos que existan, o también cuando estas no son lo suficientemente claras. Por eso se llama error 404, ya que en cualquier caso no podrán encontrar las fuentes de información. |
Error RSS | Cuando nuestro texto académico consta casi en su totalidad de citas. A pesar de que los fragmentos estén bien citados, esto se considera plagio debido a que el propósito de un trabajo escrito es precisamente producir contenido propio. |
Reutilización | Citar correctamente, pero utilizar reiteradamente los mismos términos de las fuentes primarias. |
Nota. Se encuentran en orden de gravedad del plagio, siendo la primera la más grave y la última la más leve. Fuente: Cobos (2021).
Cómo podemos observar, las modalidades de plagio son bastante diversas y lo más probable es que hayamos aplicado alguna de ellas, aunque sea de manera inconsciente. Lo importante es que ahora, a partir de esta información, nos comprometamos a ser bastante rigurosos con la citación de todas las fuentes utilizadas en nuestra escritura académica. Pero como se señaló anteriormente, este compromiso no debería estar fundamentado en la posibilidad de una sanción. Debemos ser capaces de comprender que no lo sabemos todo y necesitamos de los demás para construir nuestra perspectiva del mundo. Por lo que la consideración y el respeto por aquella multiplicidad de voces que fundamentan nuestros textos se vuelven esenciales, ya que solo a partir de esas narrativas es que podemos crear nuevo conocimiento y dejar nuestra propia huella en el mundo.
Referencias:
Cobos, J. (2021). Presentación sobre el plagio. [Tabla #1].
Real Academia Española. (2021). Plagiar. En Diccionario de la lengua española. Recuperado el 19 de mayo de 2021 de https://dle.rae.es/plagiar
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