SEMANA 7
Bienvenidos a 1984
¿Qué pasaría si algo que se supone conoces no es como pensabas? Esto se ha convertido en un fenómeno más común de lo que muchos pensamos. A lo largo de la clase de Información y documentación se ha planteado varias veces la importancia de verificar y contrastar las fuente de donde obtenemos la información. Sin embargo, no hemos profundizado tanto en casos reales en los cuales se produzca un sesgo cognitivo debido a la falta de análisis de los datos que consumimos. Por esta razón, hoy se abordarán dos situaciones que seguramente les causará sorpresa, inclusive si ya las conocían superficialmente, estamos hablando del efecto Mandela y de las "normas APA".
El efecto Mandela es una especie de fenómeno que nos hace recordar hechos que en realidad no sucedieron, pero no solo yacen en nuestra memoria, sino en gran parte de la mente colectiva. El concepto surge gracias a la pseudocientífica Fiona Broome quien decidió adoptar este término debido a que mucha gente recordaba de manera bastante lúcida, la supuesta muerte de Nelson Mandela en los años 90 cuando estaba encarcelado, aunque esto nunca sucedió. El efecto Mandela se da habitualmente, lo comprobamos en un ejercicio desarrollado en clase. Mediante un Kahoot, el profesor Juan Sebastián Cobos realizó el siguiente ejercicio: contrastaba dos logos de una misma marca y nosotros debíamos identificar cuál era el real.
Ya pueden hacerse una idea de lo que pasó. Absolutamente ninguno de los integrantes de la clase pudo obtener un resultado perfecto, todos, en mayor o menor medida, habíamos caído en el efecto Mandela. Nos resultó gracioso lo que había pasado, porque al fin y al cabo una sutil diferencia en un logo probablemente no ejerza un cambio significativo en nuestra vida. Pero este efecto no solo se presenta en artículos publicitarios o en recursos de entretenimiento. Como bien ejemplifica su nombre, la creación de falsos recuerdos no se limita a las marcas, puede llegar a distorsionar los hechos históricos y nuestros conocimientos sobre asuntos o actividades diarias.
Y aquí les traigo el ejemplo perfecto de esto. Seguramente la gran mayoría de ustedes conocen las famosas normas APA, que en realidad, no lo son. Así es, el Manual de Publicaciones de la American Psychological Association (APA) no menciona ni una sola vez la palabra norma, como lo indica Ángel Eduardo Marín Quintero en su artículo Esas tales normas APA no existen (2016). Sin embargo, sería equívoco descartar tajantemente su existencia, debido a que si bien no son normas en su estricta denominación, constituyen un referente de suma importancia, el cual permite establecer ciertos requisitos a la hora de publicar, siendo algunos de estos, tal vez los más importantes, las citas y las referencias, las cuales ayudan a respetar los derechos de autor.
Entonces, como podemos distinguir, el problema aquí no radica en la validez de las normas APA, ya que sus beneficios para la comunidad académica están más que claros. Lo que se debe recalcar es aquel error institucionalizado de nombrar al Manual de Publicaciones como normas, no porque tenga una influencia grave en su uso, sino porque deliberadamente, a través de estos sucesos, se va fomentando la cultura del no cuestionamiento. Esto es en extremo peligroso, ya que por ahora dejamos de cuestionarnos cosas simples, pero progresivamente los falsos recuerdos afectaran nuestras responsabilidades sociales, políticas y económicas, y los resultados pueden llegar a ser devastadores.
Para lograr comprender esto de manera más sencilla, me gustaría hablarles acerca del libro 1984 de George Orwell. Puede que algunos de ustedes lo hayan leído como tarea del colegio o tal vez por puro placer, sin embargo, para que todos tengamos aunque sea una noción mínima del argumento, se los resumiré brevemente: la historia ocurre en una sociedad distópica y se narra la vida de Winston, un hombre que vive en Oceanía, un país dominado por un gobierno autoritario, el cual a través del uso de unas tele-pantallas trata de controlar constantemente a sus ciudadanos, inclusive tratando de irrumpir en sus pensamientos. La figura principal de esta dictadura es conocida como el Gran Hermano, a quien las personas le rinden un culto excesivo. Para mantener ese poder, se crearon una serie de Ministerios, entre ellos el Ministerio de la Verdad, donde trabaja Winston. En este lugar se controla todo lo producido en los medios para que siempre correspondan con la ideología del partido dictatorial llamado Ingsoc (Socialismo Inglés).
El trabajo de Winston consiste en reemplazar todos aquellos reportes, informes, noticias o recursos que contradigan cualquier declaración del Gran Hermano, una vez lo ha hecho se encarga de desechar por un tubo de la memoria todo rastro de la información, la cual a partir de ese momento dejará de ser verídica. Lo más perturbador es el actuar de las personas, quienes siguen con su vida como si los nuevos datos provistos por el Ministerio de la Verdad siempre hubieran sido los mismos. Ahora, este ejemplo puede parecer un poco extremo y distópico, pero seguramente habrán identificado muchas similitudes entre 1984 y lo que hemos venido abordando sobre los falsos recuerdos y la cultura del no cuestionamiento.
El Ministerio de la Verdad vendría a jugar el papel de la mente, la cual por diversos motivos de su funcionamiento, termina eliminando recuerdos o distorsionando la realidad. El Gran Hermano sería la representación de esas personas que difunden información falsa y/o manipulada, solamente para lograr cumplir con su agenda ideológica y por lo tanto obtener beneficios de ella. Finalmente, nosotros seríamos los ciudadanos de Oceanía, quienes nunca se cuestionan el origen de las cosas a las que están expuestos, ya sea por miedo o por conformismo. Salir de nuestra zona de confort cuesta, pero en lugar de tratar de justificarnos en fenómenos como el efecto Mandela ¿no creen que deberíamos enfocarnos en hallar métodos y herramientas que nos permitan desarrollar un pensamiento crítico, para así evitar caer en los sesgos cognitivos? Si alguien llegará a utilizar estos sesgos a su antojo y conveniencia, la historia de Orwell se podría estar volviendo una realidad cercana y la aproximación al conocimiento se esfumaría en un abrir y cerrar de ojos. Porque como dijo Joseph Goebbels:
“Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.
Referencias bibliográficas:
Marín, E. (2016). Esas tales Normas APA no existen. Las 2 Orillas. https://www.las2orillas.co/sabian-esas-tales-normas-apa-no-existen/
Nuño, A. (2021). Qué es el efecto Mandela y cuáles son los casos más famosos que se recuerdan. El Confidencial. https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2021-01-30/efecto-mandela-recuerdos-olvidado-cerebro_2926031/
Orwell, G. (2015). 1984 (G. Pérez, Trad.; 1.ª ed.). Editorial Atenea. (Trabajo original publicado en 1949).
Plaul, L. (2016). La República del Gran Hermano 1984-2016. [Ilustración]. Revista La Barraca. https://www.revistalabarraca.com.ar/la-republica-del-gran-hermano-1984-2016/
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